Palestina ha despertado hoy llorando por sus muertos, como viene siendo habitual en los últimos 60 años. Pero esta vez era diferente. Los que conocen de cerca la historia del genocidio de Israel contra el pueblo palestino hablan hoy del mayor ataque militar de Israel en los últimos 20 años. Pero sobre todo hablan de impunidad, de desesperanza, rabia, tristeza, desamparo, injusticia, soledad, indiferencia. Sentimientos que afloran al ver la brutal agresión cometida sobre un campo de refugiados de Yenín que ha acabado con la vida de muchos jóvenes, destrozando así la estrecha línea de esperanza que aún les quedaba: la de al menos sobrevivir para intentar cambiar las cosas. Más de 10 asesinados y 100 heridos es el balance actual mientras escribo estas líneas. Pero detrás de esas cifras está lo importante: vidas de familiares arrasadas por un ejército que lleva ocupando sus tierras desde hace décadas con total impunidad. Ocupaciones que van en aumento, al igual que aumenta la indiferencia de la comunidad internacional por los crimenes que comete Israel.

En el campo de refugiados de Jenín viven en condiciones de hacinamiento más de 14 mil personas en menos de medio kilómetros cuadrado, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés). Una agencia que por cierto se encuentra en una situación muy delicada después de anunciar públicamente que se están quedando sin fondos para ayudar a los refugiados palestinos y que probablemente tengan que cerrar centros asistenciales para el último trimestre del año.

¿Y a quién le importa lo que está ocurriendo con el pueblo palestino si lleva décadas siendo atacado? ¿Y qué más da que la principal agencia de ayuda al refugiado se esté quedando sin dinero en Palestina? ¿Y qué si el 17% de los refugiados del mundo son palestinos? ¿Quién llorará por esos muertos en Oriente Medio más allá de sus familiares? ¿Por qué tanta impunidad cuando se trata de Israel? ¿Por qué tanto silencio mediático? ¿Por qué no reacciona la comunidad internacional? ¿Dónde están los derechos humanos?.

Ojalá la vida de los pobres palestinos valiese lo mismo que la de los ricos en Occidente.  Ojalá se actuase para dar una respuesta contundente a las agresiones de Israel, reconociendo el derecho legitimo de Palestina de existir. Y la de su pueblo de vivir. Ojalá Palestina no tuviese que llorar por esos (inocentes) muertos. Ni hoy, ni nunca.