Según indica en su propia página web, parece ser que la CNMC y la ACCO son los organismos públicos encargados de "promover y defender el buen funcionamiento de todos los mercados en interés de los consumidores y de las empresas" (entre unas comillas bien grandes y riéndome mientras lo escribo).

Es decir, son como una especie de "vigilantes" "independientes" (sigo riéndome mientras lo escribo) de las empresas para prevenir los abusos hacia los consumidores.

Y para no pecar de ser subjetivo, antes de empezar a explicar su guerra contra nuestro sector, me gustaría recordar que no han sido ellos ni los que han frenado los precios del gas, ni los que han conseguido eliminar la publicidad de las casas de apuestas, ni los que han exigido que cualquier servicio de atención al cliente te atienda en menos de dos minutos, ni que los teléfonos para llamar sean gratuitos.

Tampoco ni la CNMC y ni la ACCO han evitado que baje la cesta de la compra o que las operadoras suban los precios todos los años de manera escalonada. Por poner algunos ejemplos.

¿Y para qué sirven entonces estos organismos? Pues por lo que se ve, parece que entre otras cuestiones para hostigar al taxi.

De hecho, la última ha sido oponerse al decreto del gobierno que evita una invasión de vehículos de Uber y de Cabify en nuestras ciudades por cuestiones de espacio y de protección al medio ambiente. Otro ataque más contra cualquier pequeña victoria del taxi frente los abusos de estas mega empresas. Parece ser que el objetivo es oponerse a todo lo que pueda perjudicar a Uber, a Cabify, a Bolt o incluso a Free Now, ese caballo de Troya.

Sí, porque cuando Free Now pretende que los taxistas trabajen en pérdidas para machacar a las demás radioemisoras, los primeros que salen a exigirlo son curiosamente, la ACCO.

Aunque luego el informe que describe como Uber y Cabify pueden estar pactando precios y discriminando barrios con rentas bajas, lo tengamos que hacer nosotros.

Es más, dentro de un mes la ACCO decidirá si multa a Élite Taxi Barcelona con más de 120.000 euros a petición de Uber por ejercer nuestra libertad de expresión en redes sociales…

¿Sabéis que la CNMC presentó un recurso ante el Tribunal Supremo de la mano de Uber y de Cabify para tumbar la ley que estipulaba que debía de haber 1 VTC por cada 30 taxis?.

¿Y sabíais que la actual presidenta de la CNMC fue la abogada de Uber en el juicio que les ganamos en Europa?

Bueno, pues os podéis imaginar que declarar públicamente que no quieres trabajar con Uber parece suficiente para que te quiten del medio. Sabemos que somos muy molestos para ellos y ellos saben que una sanción de esa cuantía es una estocada mortal. Los taxistas vivimos de nuestro trabajo no del dinero de un fondo buitre. Y Uber sabe a quién acudir para ejecutarlo, sólo hay que revisar los Uber Files.

Ese supuesto organismo encargado de vigilar los abusos de las empresas.