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Lo que significa esta final para el fútbol femenino español

Una final que hay que leer en términos históricos no solo por lo que significa la presencia de España en esta final, sino sobre todo por lo que representa en el presente y para las generaciones venideras el haber llegado hasta ahí.

19/08/2023 12:53 h

Lo que significa esta final para el fútbol femenino español

Una final que hay que leer en términos históricos no solo por lo que significa la presencia de España en esta final, sino sobre todo por lo que representa en el presente y para las generaciones venideras el haber llegado hasta ahí.

La historia del fútbol femenino ha estado plegada de obstáculos y dificultades, vinculados todos ellos al hecho de ser mujer. En la evolución y el desarrollo de este deporte han sido claves determinados momentos de la historia que han servido para empujar y relanzar el fútbol femenino. Si tenemos que remontarnos a las primeras evidencias que se tienen del origen del fútbol femenino, la historia nos muestra como en la dinastía Han se jugaba una especie de variante antigua del juego llamada Tsu Chu. En Europa los datos indican que a partir del siglo XII especialmente en Francia y Escocía las mujeres ya jugaban a la pelota.

Precisamente en Escocia, en la ciudad de Glasgow se registró en 1892 el primer partido de fútbol femenino.A partir de ahí, existe un documento que data de 1894 en el que Nettie Honeyball, una activista por los derechos de la mujer, fundó el primer club deportivo denominado ‘British Ladies Football’. Lo que Honeyball quería conseguir con esto es demostrar que las mujeres podían emanciparse y tener un lugar importante en la sociedad sin sentirse excluidas por ello. La masificación del fútbol femenino tuvo lugar gracias a la Primera Guerra Mundial, momento en el que muchos hombres se tuvieron que ir a la guerra y ese vacío fue llenado con mano de obra femenina. Inglaterra es el caso más paradigmático, donde las mujeres se introdujeron masivamente en la fuerza laboral propiciando al mismo tiempo la creación de sus propios equipos de fútbol, que hasta entonces eran un privilegio exclusivo de los hombres. Uno de los más exitosos de la época fue el Dick Kerr’s Ladies de Preston.

«Que muchas niñas de nuestro país se reconozcan en Jenni, en Olga, en Salma o en Irene es un logro muy importante: supone verse en el espejo de ellas para luchar y soñar por llegar algún día a ese mismo lugar al que llegaron ellas.»

Sin embargo, pese a ello, no fue hasta 1969 cuando la FA decidió reconocer oficialmente al fútbol femenino. Y no fue hasta 1971 que la UEFA hizo lo propio. Desde entonces la historia del fútbol femenino tuvo un crecimiento dispar dependiendo de las coordenadas geográficas. Países como EEUU, Inglaterra o Japón fueron pioneros dando impulso a este deporte, mientras que países cuyo desarrollo económico era asimétrico basado en la profunda desigualdad de sus sociedades,, siguen teniendo dificultades para consolidar este deporte. Un deporte, que es bueno recordar que no solo depende del componente económico y social (y por supuesto de la voluntad de querer impulsarlo), sino que depende sobre todo del reconocimiento o no de los derechos de la mujer y de su igualdad en la sociedad. Por tanto, el mayor reto al que se ha enfrentado ha sido precisamente ese: un patriarcado contrario a reconocer el papel de la mujer en el futbol. Dicho esto que creo que era importante apuntar, hablemos de la actualidad que nos toca.

Mañana España disputará su primera final de Mundial. Una final que hay que leer en términos históricos no solo por lo que significa la  presencia de España en esta final, sino sobre todo por lo que representa en el presente y para las generaciones venideras el haber llegado hasta ahí. Solo el hecho de haber llegado a esta cita histórica supone ser una referencia para muchas niñas de nuestro país. Que muchas niñas de nuestro país se reconozcan en Jenni, en Olga, en Salma o en Irene es un logro muy importante: supone verse en el espejo de ellas para luchar y soñar por llegar algún día a ese mismo lugar al que llegaron ellas. Porque soñar es posible si ves que los sueños, aunque cueste mucho sacrificio alcanzarlos, se consiguen. Por eso las luchas colectivas por la emancipación de la mujer fueron la piedra angular de la igualdad que disfrutamos hoy. Esas conquistas son la mejor inspiración para avanzar e imaginar una sociedad cada más justa e igualitaria. Y esta final del Mundial, es un valioso ejemplo de todas esas luchas.

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