
El largo invierno de la región leonesa
La renta de región castellana sobrepasa la media española, mientras que la de la leonesa está un 20% por debajo. Esto repercute a la hora de que Castilla y León capte fondos de cohesión
Estamos de nuevo ante unas elecciones autonómicas y municipales una comunidad forzada a capricho que se ha dado en llamar Castilla y León (conveniente la lectura del libro de mi recordado Anselmo Carretero El viejo reino de León). El electorado acudirá a las urnas este domingo para hacer posible, salvo sorpresa muy gorda, un nuevo gobierno autonómico de la derecha y la ultraderecha.
Mucho me temo que de nada van a valer los datos económicos y demográficos aportados recientemente por el Observatorio Económico de Proyecto León referentes a la parte mal pegada de esa comunidad autónoma: La región leonesa (León Zamora y Salamanca) sigue a la cola de las seis provincias castellanas que con las mencionadas conforman Castilla y León desde 1983.
Lo que más cabe destacar en ese informe es la diferencia existente en creación de población activa entre las dos regiones de Castilla y León. En Castilla la Vieja se incrementó en un 60 por ciento, pasando de 395.600 personas a 632.000 (1982-2022), mientras que las tres provincias juntas de la región leonesa pasaron de 326.300 a 389.300, esto es, sólo un 19,31 por ciento.
Si Castilla y León, gobernada por la derecha durante casi cuarenta años, ocupa el antepenúltimo lugar en el crecimiento de la población activa se debe a la precaria evolución de la región leonesa, cuya población activa creció al ritmo de la de Asturias, donde parece que hay una conformidad casi enfermiza con su destino, habiendo sido lo que fue Asturias en el pasado, según escribió en su día el poeta Pedro Garfias y muy pocos asturianos saben cuando Victor Manuel canta su poema.
En el informe aludido también podemos leer que la región castellana está algo por encima en renta a la media española, mientras que la región leonesa se sitúa casi un 20% por debajo. Esto incide directamente sobre las posibilidades de captar fondos de cohesión, algo que se habría producido de concurrir en solitario la región leonesa a las convocatorias, mientras que Castilla la Vieja tendría menos acceso a las ayudas por su alto nivel de renta.